La flor de tigre tiene una historia prehispánica que se refleja en los primeros documentos posteriores a la conquista de Tenochtitlan; en el Códice Florentino escrito por Fray Bernardino de Sahagún quien vivió entre 1500 y 1590, aparece un dibujo de la flor de oceloxóchitl, nombre común con el que se le conocía a T.pavonia.
Así también en la obra titulada Historia Natural de Nueva España de Francisco Hernández, cuya estancia en el nuevo mundo fue entre 1571 y 1576, donde aparece la planta de oceloxóchitl acompañada de su descripción, uso medicinal y comestible.
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| Oceloxóchitl en Historia Natural de Nueva España, de Francisco Hernández. |
En el legado histórico del Convento Agustino de Malinalco aún se puede disfrutar de la pintura mural del siglo XVI, considerando las ideas naturistas de Francisco Hernández con elementos evangelizadores de la época; precisamente en una parte de la bóveda, aparece en entre la flora de gran significado de la época, la flor de oceloxóchitl.
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| Oceloxóchitl en el mural del Convento Agustino de Malinalco. |
En el documento Flora mexicana, Sessé y Mociño logran inmortalizar la efímera belleza de T. pavonia. Francisco Javier Clavijero en su obra Historia Antigua de México, hace mención de la planta de tigre, con cierto tinte ornamental.
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| Oceloxóchitl en Historia Antigua de México de Francisco Javier Clavijero |
Actualmente en los alrededores de la zona arqueológica de Malinalco existe plantas de T. pavonia y otras especies, la gente con mayor conocimiento de su historia mencionan que la flor de tigre era un símbolo sagrado de los Guerreros Ocelotes, ello explica la existencia de dichas plantas en la zona arqueológica, aún cuando no se tienen evidencias escritas de dicha afirmación.
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